Punta Arenas. 18 septiembre 2019. Con este mensaje, difundido a través de sus diversas redes sociales, SAG busca sensibilizar y disuadir a quienes viajen al extranjero para no traer productos de riesgo para la silvoagricultura nacional.
Y es que cada año, frutas, verduras, carnes y embutidos son los principales productos interceptados en los diversos controles fronterizos de la región de Magallanes. Estos productos, además de constituir un potencial riesgo silvoagropecuario, también podrían ser causales de multas y demoras para quienes ingresan con ellos a Chile.
“Queremos facilitar y agilizar el tránsito de nuestros usuarios a través de los controles fronterizos regionales, y para ello solicitamos a quienes provengan desde el extranjero a que se informen sobre los productos de ingreso regulado de origen vegetal, animal o incluso artesanías, y de presentar dudas, los instamos a declarar estos productos a fin de que un inspector autorice o no el ingreso”, señaló Gerardo Otzen, director regional de SAG Magallanes al referirse feriado nacional.
Al respecto, el encargado regional de control frontera, Christian von Moltke, explicó que a través de la página web, y en el mismo control fronterizo, los/as usuarios/as pueden encontrar el listado de productos que deben ser revisados por funcionarios SAG, los cuales tienen relación con productos de origen animal y vegetal que deben ser declarados al momento de llegar a la frontera.
“En frontera sólo se permite el ingreso, previa declaración, de comida de uso personal (sándwiches y platos preparados) que contengan carne cocida y sin hueso, que no tenga vegetales crudos. Los productos sellados al vacío deben ser declarados, debido a que este tipo de embalaje no garantiza inocuidad sanitaria”, puntualizó von Moltke.
Cabe señalar, que al ingresar al país, todos los viajeros/as mayores de 18 años deben completar la “Declaración jurada conjunta ADUANA-SAG” y, de transportar productos de origen animal, vegetal o artesanías, deberán indicarlo en el documento, a fin de evitar multas que van desde las 3 hasta las 30 UTM, pudiendo llegar incluso a 300 UTM, dependiendo de la reiteración y la falta incurrida.