Panel Ciudadano: «Suspensión de H2 Magallanes confirma deficiencias en la calidad de Estudios de Impacto Ambiental»
Punta Arenas. 25 septiembre 2025. La empresa TotalEnergies pidió recientemente al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), «extender la suspensión que resta para finalizar el procedimiento de evaluación del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del Proyecto Producción de Hidrógeno y Amoniaco Verde – H2 Magallanes». Específicamente, solicita plazo hasta el 30 de marzo de 2027, argumentando que requiere «mayor tiempo que el otorgado para responder el Informe Consolidado N°1».
El documento entregado por la compañía al SEA el 16 de septiembre, reconoce que debe rediseñar aspectos sustantivos de la iniciativa; realizar nuevas campañas de terreno en arqueología, avifauna, flora y ecosistemas marinos, además de profundizar en la ingeniería asociada a los permisos sectoriales. El SEA aprobó la solicitud de TotalEnergies, pero hasta el 6 de diciembre de 2026, es decir, un año y tres meses desde la publicación del Icsara.
El proyecto propone instalarse en la comuna de San Gregorio, donde pretende construir y operar una planta para producir amoníaco a partir de hidrógeno, utilizando energía eólica generada con más de 600 turbinas, agua de mar desalinizada y una fuerza laboral de 10 mil trabajadores, en su mayoría, externos a la región, como la misma empresa ha reconocido.
«A nuestro juicio, esta situación confirma lo que como red científico ciudadana venimos informando desde hace mucho tiempo: los proyectos de hidrógeno que se intentan instalar en Magallanes, carecen de solidez técnica, de planificación territorial y de rigor ambiental. El EIA ingresó incompleto y con graves carencias, develadas en las más de 800 observaciones realizadas por organismos del Estado y la ciudadanía», indicaron desde Panel Ciudadano mediante un comunicado de prensa.
Efectos en el proceso de evaluación
Desde el organismo ambientalista aseguraron que esta suspensión no se debe a la «permisología» ni a la participación ciudadana, sino a la deficiencia del propio proyecto, cuestión que sorprende, pues no hay correlación entre los US $16.000 millones que se pretenden invertir, y la calidad del estudio.
«También muestra la improvisación de la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde, que promueve megaproyectos sin ordenamiento territorial, sin evaluación de capacidad de carga y sin mecanismos democráticos que permitan resguardar a las comunidades y ecosistemas», señalaron.
Agregaron que «haber incidido en los procesos de evaluación, ejerciendo nuestro derecho a la participación dentro del marco legal chileno, nos ha permitido comprobar que la narrativa de «sustentabilidad» contrasta con la realidad. Proyectos como Faro del Sur, HNH Energy y H2 Magallanes ingresan al SEIA con vacíos críticos en líneas de base, en la predicción de impactos y en las medidas de mitigación, compensación y reparación. Esto deriva en procesos largos, conflictivos, por los cuales la industria culpa a la legislación chilena, al SEA y a la ciudadanía con conciencia socioambiental, en vez de asumir su propia responsabilidad en el diseño de sus millonarias iniciativas».
