Punta Arenas. 29 noviembre 2024. Existen experiencias en la vida que nunca se olvidan y quedan presentes para siempre en nuestra memoria. Navegar en el Estrecho de Magallanes es una de esas y poder además avistar ballenas, es algo único. El magno y conmovedor espectáculo que ofrecen estos majestuosos mamíferos sabios de los océanos, en estos asombrosos y prístinos paisajes australes, ofrecen una rebosante conexión con la naturaleza.
La temporada de avistamiento de ballenas en el Estrecho de Magallanes va desde el 1 de diciembre y se extiende hasta el 15 de abril, periodo que coincide con la llegada de las ballenas jorobadas a la zona, que migran hacia estas aguas ricas en alimento, durante el verano austral. ¿Pero qué significa el inicio de la temporada? Que las condiciones son óptimas para observar a estos cetáceos en su hábitat natural, ofreciendo a los visitantes una experiencia enriquecedora y segura.
“Esta llamativa excursión atrae a los turistas por varias razones. Observar a estos majestuosos mamíferos en su entorno natural es una experiencia que permite apreciar la biodiversidad marina. Además, ofrece la oportunidad de aprender sobre el comportamiento de las ballenas y la importancia de su conservación. Y por último, capturar imágenes de ballenas en acción y vivir la emoción de su avistamiento, son aspectos que enriquecen la experiencia”, asegura Juan Pablo Solo de Zaldívar de marketing de Solo Expediciones.
Por su parte, para Lilian Riquelme, presidenta de la Asociación de Alojamientos Turísticos de la Patagonia, Asatur, el avistamiento de ballenas genera un gran impacto emocional en quienes tienen la oportunidad de disfrutar de este tremendo espectáculo. “Curiosamente, siendo nosotros tan pequeños y las ballenas tan grandes, ellas tienen la capacidad de comunicarse con nosotros a través de una sensibilidad que todavía no somos capaces de entender bien, pero son emociones que quedan grabadas para siempre en el alma”, dice.
Y agrega: “Al no ser territorios de desarrollo industrial, nuestra región se ha mantenido prácticamente intacta. Así, Magallanes se ha posicionado en el mercado del turismo mundial por sus espacios, sus hábitat indemnes, tal cual la naturaleza los ha creado. Es decir, que podemos disfrutar de la amplitud de sus espacios no contaminados por el ser humano, de una gran biodiversidad, por una cultura que habita el entorno y los recursos biológicos que ofrece la región y que se convierten en un tesoro para el mundo”.