Rafael Garay: “Gasté para mí en artículos de consumo diversos alrededor de $ 500 millones”
Un periodista de Chilevisión escuchó en 2008 a Rafael Garay hacer una estimación distinta a la del Banco Central y expertos respecto a los movimientos de las tasas.
“Me dijo que si la estimación era correcta me iban a invitar a las noticias. Mi estimación fue correcta, por lo que realicé un móvil desde el patio del canal, en ese lugar comenté y realicé un análisis económico. En ese momento me denominaron como economista”, dijo al declarar ante la Fiscalía Centro Norte el 4 de mayo.
El ingeniero comercial está hace tres meses en prisión preventiva en el marco de una estafa piramidal a 36 personas por $1.750 millones, caso que es investigado por el fiscal jefe de Santiago, José Morales, quien logró extraditar a Garay en sólo tres meses desde que fue capturado en septiembre de 2016 en Rumania.
En sus declaraciones, a las que accedió La Tercera, Garay atribuye que fueron los medios y no él quienes lo comenzaron a llamar economista. “Yo realicé mi doctorado en un programa conjunto entre la Universidad de Leyda y IEDE Bussines School. Yo cursé los cursos regulares, pero no realicé la tesis para tener el grado académico. Mi denominación en ese sentido es ‘doctorando’”, dijo al fiscal.
Según explica en uno de sus testimonios, su captación de inversionistas comenzó ese año cuando creó la sociedad Think Go. Explica que en sus contratos ofrecía una rentabilidad asegurada del 18%.
Garay le detalla al fiscal un imbricado modelo que creó para obtener esas ganancias, pese a que al preguntarle por cada una de sus víctimas explica que los dineros no los invirtió y los gastó. “De acuerdo a mis análisis matemáticos era alcanzable que con una rentabilidad mensual entre 0,79% y 1,5% incluida inflación, debía alcanzarse el 96% de los casos una rentabilidad anual del 18%. Esto es nominal, ya que se incluye la inflación”, sostuvo.
Lo llamó un “modelo matemático” que implicaba invertir en renta variable, principalmente en compra y venta de acciones, y después sostiene que también hay “una inversión productiva: me refiero a comparar participación de negocios de variada índole, que no se transan en la bolsa”. Todo esto, según él, lo hizo entre 2007 y 2011 y asegura que “no realicé ningún tipo de publicación sobre este modelo, porque se trata de un modelo de inversión que no conviene que sea seguido por muchas personas”.
Al referirse a sus víctimas Garay siempre recalca que fueron ellos quienes lo buscaron y que, después de que empezó a salir en TV y en radio, hubo gente que incluso lo contactó en la calle y a través de redes sociales pidiéndoles consejos. Así, alude a un inversionista al que nunca conoció, que se comunicaron siempre por Facebook, quien le transfirió dinero y firmaron los contratos vía postal. Respecto a otro sujeto que le pasó $10 millones, confiesa, “yo con ese dinero, sin tener cuentas, ni la estructura para invertir, deposité el dinero en mi cuenta personal, pero sin realizar inversiones”.
Según estimativos de Garay: “gasté para mí en artículos de consumo diversos: alredesor de $500 millones”.
De uno de los presuntos estafados, que lo contactó por Twitter, afirma que su dinero lo invirtió en un evento deportivo, el “Sudamericano de Kudo Brasil versus Chile”. “Pensaba recuperar con el borderó que se iba a obtener en Porto Alegre. Esta inversión no tuvo buenos resultados, ya que se decidió hacer la entrada gratuita”, dijo.
Garay después relata su participación en un panamericano de Kudo en 2015 que se realizó en Chile. “En estas inversiones no se ganó dinero, sino que se perdió. Calculo que en estas tres inversiones se perdieron $50 millones aproximadamente”.
Ante el fiscal el ingeniero descartó que el abogado Ángel Valencia, a quien le entregó un poder para liquidar sus deudas una vez que escapó de Chile, tuviera algo que ver en sus asuntos de inversiones.
Platas a campañas
Garay explica que en 2013 cuando decidió emprender una carrera senatorial en Bíobío Costa -en la lista del PRO- “usé parte del dinero de las capacitaciones en la campaña senatorial, paralelamente durante ese año, antes y después, comencé a realizar auspicios a deportistas y eventos”.
De su fallida carrera al Congreso, Garay sostuvo que “gasté $28 millones, pero me devolvieron por los votos la suma de $29 millones”.
Sobre esta veta política, declaró a la Fiscalía que ingresó en 2013 a la campaña por “una idea que se me ocurrió”. Garay declaró que “me llamó Andrés Allamand y me ofrecieron un cupo senatorial de RN en conjunto con la senadora Jacqueline Van Rysselbergue. No acepté esa proposición.”. Luego, dijo, “me contactó Marco Enríquez Ominami y me junté con él en la sede del PRO en Providencia. Fui con Gino Lorenzini y empezamos a conversar sobre el cupo senatorial. Participé como independiente en el cupo del PRO”.
Tras esto, y sin mediar pregunta aclara: “no recibí financiamiento de Marco Enríquez, ni de ninguna empresa en el modelo que ha sido cuestionado públicamente”. Y agrega que “sí puedo decir que Cristián Warner me ofreció que si yo colocaba en la opinión pública el tema de la no regulación de la tasa máxima convencional”, un banco “iba a colocar a mi campaña $38 millones, me negué en términos rotundos a esta proposición”.
Tras la campaña de 2013 dijo que quedó agotado, que continuó con el modelo de inversiones y que se quedó en esa época sin flujo de dinero.
Falsa enfermedad
Garay declaró que los últimos años vivió entre el alcoholismo y una depresión, la que se acrecentó con el suicidio de su mejor amigo Maximiliano Paul. “Hay eventos que acreditan lo anterior” y recuerda detenciones en estado de ebriedad, el accidente de tránsito de 2007 y que “el 2011 di una entrevista en estado de ebriedad en TVN” durante la que se desmayó en vivo. Respecto de eso culpó a un medicamento que consumía, “Somno”. “Un psicotrópico que se usa para personas con trastornos severos del sueño” y recordó una internación en una clínica siquiátrica.
De las víctimas más conocidas de este caso, Garay se refiere al periodista Iván Núñez. “Tenía una relación de amistad”, confirma, la que nació con la práctica de artes marciales y aseguró que “él no me preguntó en qué yo invertía el dinero, él sí tenía claro que yo no podía tener más de 49 inversionistas”.
El 2014, declara Garay, “estaba en un estado de alcoholismo y además en fase maníaca de la bipolaridad, se suma a esto el componente depresivo suicida, en esta bipolaridad se incluye el exceso de gastos y consumo, yo en este estado que he descrito continué recibiendo dineros del público”. Grafica su alcoholismo: se tomaba una botella de vodka solo a las 10 AM.
El 2016 su alcoholismo aumentó, dijo. En marzo de 2015 habría sido hospitalizado contra su voluntad y decidió suicidarse. “El 2016 continúo captando a algunos clientes, aunque estaba muchas veces en estado de ebriedad” y llega el 14 de junio cuando postea en Facebook de su supuesta enfermedad. “Cuando comuniqué esto me inyecté 15 ampollas de insulina que compré por mercado libre. Estas insulinas pretendía que me causaran la muerte, pero solo me ocasionaron mucho sueño”, explicó.
Garay también confesó al Fiscal lo que exámenes que están en la carpeta investigativa habían descartado: nunca tuvo un tumor en la cabeza. “Inventé esta enfermedad, cuestión que se me había ocurrido el 2015 cuando vi una película de Kevin Costner que se llama “Tres días para morir”. El 2016 señalé que tenía este gioblastoma con el sentido de suicidarme y que no se cuestionara la situación misma del suicidio”, dijo.
Junto con esto, Garay descartó que inventar una enfermedad tuviera que ver con evadir la devolución de dineros y explicó que quienes lo veían mal en su casa, cuando lo visitaban, era por sus inyecciones de insulina. Dijo que no quería hablar de la enfermedad, “pero luego Iván Núñez me convenció de dar cuñas para Chilevisión y semanas después di entrevistas para varios medios”.
Una de esas entrevistas la dio a La Red al programa Mentiras Verdaderas. “En una primera oportunidad llegué en estado de ebriedad al programa por lo que Beatriz Sánchez, a la que me encontré en el pasillo, notó mi estado y señaló que no me sacaran al aire”.
Agregó que “las explicaciones públicas que di para la causa de mi enfermedad eran para justificar lo que ya había empezado y se trataba de explicaciones que había encontrado en Google, como por ejemplo la visita a la planta de Fukushima en la que estuve después del terremoto de Japón en 2011”, dijo.
Extradición a Chile
Garay comenta que nunca tuvo la intención de irse del país, pero que su novia rumana María Runcan -que también pensaba que estaba enfermo- se lo aconsejó. Así, relata su periplo por Tailandia, Amsterdan, París hasta que llegó a Rumania.
Pese a todo, continúa en su testimonio, igual pensaba quitarse la vida. “Tenía originalmente planeado suicidarme el 27 de septiembre, pero ahora con 50 ampollas de morfina. Estas ampollas las llevé desde Chile y nunca tuve problemas para su transporte. Mi pareja me convenció que no me suicidara y me empecé a preparar para volver a Chile, pensando que podía tener un proceso justo”, dijo.
Mientras estuvo detenido en Rumania Garay dijo que un abogado “me ofreció solicitar asilo político, lo cual era una buena fórmula para salir”. Descartó haber dicho que el ex DT de Chile, Jorge Sampaoli, invirtió con el como declaró una víctima: “es absurdo”.
Rafael Garay termina su declaración ante la Fiscalía, confesando sus delitos y pidiendo comprensión.
“Quiero señalar que reconozco los hechos que se me imputan y mi mayor interés es devolver el dinero, sobre todo a las personas que tienen mayor riesgo patrimonial una vez que termine el proceso. Sí quiero resguardar el daño a mí familia y personas cercanas. Mi pareja en Rumania no tienen ninguna vinculación con los hechos. Tampoco mi familia en Chile, ni tampoco las personas que cobraron cheques por mí que no tenían idea lo que ocurría. Yo soy el único responsable de lo que sucedió”.
Fuente: La Tercera.
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