Punta Arenas. 20 abril 2017. La preocupación mundial por lo que ocurre con la capa de ozono y las consecuencias de su adelgazamiento en el Medio Ambiente y la Humanidad, viene concitando el interés de la comunidad internacional desde hace más de 30 años, cuando el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) convocó a los países a suscribir el Convenio de Viena (1985) y, posteriormente, el Protocolo de Montreal (1987), comprometiendo, así, la adopción de medidas concretas para dar respuesta a la agudización de este problema alrededor del globo.
Es así como, desde ese entonces, junto a la Organización Meteorológica Mundial (OMM), se ha propiciado la participación de los diversos centros de investigación que lideran la observación y el seguimiento del fenómeno en el mundo, iniciativa que se traduce, hasta el día de hoy, en la realización periódica del encuentro denominado Reunión de Directores de Investigación sobre el Ozono (Meeting of the Ozone Research Managers), el que, a fines de marzo, celebró su décima versión en Ginebra, Suiza, con la asistencia de más de un centenar de connotados científicos a nivel internacional .
En representación de nuestro país, viajó, una vez más, el investigador y académico de la Universidad de Magallanes, Dr. Claudio Casiccia Salgado, quien integra el equipo científico y operativo del Laboratorio de Investigaciones Atmosféricas de la casa de estudios superiores, centro considerado un referente mundial en la investigación del Ozono en el cono sur americano por su larga trayectoria en el monitoreo atmosférico y el aporte al estudio del clima regional, los aerosoles y la radiación ultravioleta en localidades antárticas y subantárticas.
Aumentar el monitoreo y la investigación
Los científicos y gestores gubernamentales de investigación relacionados con el ozono se dan cita cada tres años para revisar los programas de investigación y monitoreo nacionales e internacionales con el objetivo de asegurar la coordinación apropiada de los planes e identificar las brechas que necesitan ser abordadas. Por ello, sus recomendaciones se presentan en la Reunión de la Conferencia de las Partes en el Convenio de Viena, que, este año, se celebrará en el mes noviembre, en Canadá.
Como una de las conclusiones generales del encuentro, el Dr. Casiccia, sostuvo que si bien se han detectado algunas señales de recuperación a nivel global, es un fenómeno que todavía sigue vigente, y, según ejemplificó, especialmente en la Antártica, a través del agujero de la capa de ozono que se presenta todos los años desde septiembre hasta diciembre, aproximadamente.
Dada esta ocurrencia y, además, la compleja y evolutiva interacción entre esta capa y el sistema climático, es que los principales expertos en ozono de todo el mundo destacaron la necesidad de incrementar las investigaciones y observaciones para reforzar los esfuerzos en su protección dentro de las políticas sobre el Ozono.
“Se llegó al acuerdo, y ojalá los políticos lo respeten, que los países deben apoyar más a los centros de investigación para que estos no decaigan, porque como son normalmente de alto costo, muchas veces es difícil poder mantenerlos. De esta forma, nosotros solicitamos que exista un acuerdo político para que cada país apoye a las estaciones que están debidamente registradas o de alguna forma haya un control de calidad, entonces, en la medida que mejorar, poder obtener ese apoyo económico y aumentar la investigación en el tema”, subrayó el investigador.
Permitir, de esta manera, una capacidad científica continua y mejorada entre todas las partes del Protocolo de Montreal, se vuelve una de las prioridades más importantes de la comunidad científica internacional, que, según destacó Casiccia, se concentrará, en estudiar, fuertemente, la compleja conexión con el cambio climático, “un tema muy interesante que nosotros también vamos a investigar desde la zona austral gracias al nuevo equipamiento LIDAR que adquirimos y que está más asociado a los efectos de este fenómeno”, concluyó.