Santiago. 18 febrero 2016. “Acá yo los bendigo, y los médicos los bendicen a ustedes; también las enfermeras que los curan, y todo el personal que aquí trabaja los bendice”. Esto fue parte del discurso dictado el martes reciente por el Papa Francisco en su visita al hospital pediátrico Federico Gómez, de Ciudad de México, que atiende alrededor de 800 niños con cáncer. Así, el Sumo Pontífice evidenciaba su preocupación por la enfermedad. La misma que esta semana impulsó a más de 3 mil residentes de Punta Arenas, en la Región de Magallanes, a manifestarse por la falta de un oncólogo infantil, tras la renuncia del único especialista en esa zona.
Frente a esta problemática, el obispo auxiliar de Santiago, Jorge Concha Cayuqueo, analizó los últimos hechos y pidió que se enfrente el tema a la brevedad.
¿Qué opina sobre la ausencia de un oncólogo infantil en la Región de Magallanes?
Me parece que es un verdadero drama, porque las personas se ven obligadas a viajar a Valdivia para conseguir atención, muchas veces con pocos recursos económicos. Y pasa lo mismo en otras partes del país. Conozco gente que ha pasado meses en Santiago, sin familiares ni amigos. Los de regiones tienen que allegarse a conocidos para poder permanecer en la capital, y no hablo sólo del enfermo, sino también de quienes lo acompañan. Es un problema, porque además de afectar el bolsillo, daña sicológicamente a los pacientes, quienes ven separada y dividida injustamente a su familia .
¿Porqué cree que se produce esta situación?
Porque la medicación y la atención son muy caras, y de difícil acceso. Además, el drama se agudiza cuando faltan los médicos, como en Magallanes.
Las personas de esa región reaccionaron con una manifestación pública pacífica….
Me parece interesante, porque esto hizo que se viera un tema a nivel nacional y eso nos hace bien a todos, a fin de que el gobierno instale médicos en el lugar. Y la solución no es que vaya uno de vez en cuando, si no que puedan instalarse.
¿Qué rol debe cumplir el gobierno en este caso?
Tiene que estar a la cabeza del asunto y debe esforzarse para encontrar una solución. Pero los médicos también tienen que participar, porque los niños necesitan una solución urgente. La preocupación, además, debe ser a largo plazo, y eso significa preparar a más profesionales para asegurar que esto no se vuelva a repetir en Punta Arenas ni en los demás sectores extremos del país.
¿Cómo se puede solucionar la ausencia de médicos en la Región de Magallanes y el resto de lugares extremos?
El gobierno debe hacer más atrayente la presencia de médicos en Punta Arenas. Vivir allá significa un cambio drástico de vida, no son sólo personas aisladas que tiene que desplazarse y vivir en otro lugar.Las autoridades deben mejorar los sueldos, para que el médico pueda vivir bien y eso garantice su permanencia, ojalá no sólo cuando haya enfermos. Es decir, ese médico tiene que vivir y desarrollar allí una vida plena, con familia e hijos, entre otras necesidades, pero ellos deben responder con esfuerzo, voluntad y vocación de servicio público.
¿Ha sido oportuna la acción de las autoridades?
Creo que hay retraso en la respuesta ante esta situación, que lleva años. La autoridad tiene la responsabilidad de adelantarse a las necesidades, situaciones y crisis, y no hablo solamente de los ministros, porque también están los seremis, que deben estar al tanto de lo que ocurre en cada lugar. La previsión es un criterio permanente en las diversas áreas de un gobierno.
¿Qué deben hacer las personas mientras esperan una solución?
Tienen que seguir actuando para despertar conciencia, porque en la medida que esto aumente se encuentran las soluciones. Las manifestaciones tienen eso de valioso. Primero ponen en conocimiento público los episodios difíciles y luego viene un esfuerzo desde la razón y la política para arreglar la situación problemática.
Fuente: La Tercera.
