Santiago. 25 febrero 2016. Intentó posponer la situación hasta último minuto, pero hoy Evo Morales finalmente reconoció su derrota en el referendo con el que pretendía modificar la constitución Bolivia para repostularse por cuarta vez consecutiva a la presidencia de su país. Con el 99,7% de las mesas escrutadas marcando un 51,30% para el NO y un 48,7% para el SÍ, los resultados eran irreversibles.
La pequeña diferencia en los votos puso en evidencia el aumento en la polarización que ha experimentado la nación vecina, en un contexto en que por primera vez los cuestionamientos se dirigen directamente en contra del presidente. A las denuncias de corrupción en el Movimiento Al Socialismo (MAS) -partido del que Morales es el máximo líder- se suma el escándalo por supuesto tráfico de influencias luego de que Evo admitiera haber tenido una relación con Gabriela Zapata, lobista de varias empresas chinas que trabajan para el Estado Boliviano, producto de la cual nació un hijo.
En este escenario, el discurso anti-imperialista que escogió el gobierno del Palacio Quemado para defenderse no tuvo el éxito de las campañas anteriores.
Las acusaciones de que eran víctimas de una "guerra sucia" impulsada por Estados Unidos no convencieron a los votantes.
El panorama que se asoma ahora es complejo. La economía pasa por un periodo de enfriamiento, el MAS carece de liderazgos que sucedan a Morales y aunque al carismático presidente todavía le quedan cuatro años en el gobierno, siempre ha sostenido que su agenda fue planificada hasta 2025, por lo que tendrá que hacer reajustes en su programa.
UN LLAMADO AL DIÁLOGO
Desde la cancillería, la postura ha sido una clara. Consultado ayer por El Mercurio, el ministro Heraldo Muñoz evitó referirse al tema: "El Gobierno no opina sobre la decisión soberana del pueblo boliviano expresada en el referéndum sobre la reelección presidencial. La no intervención en los asuntos internos de otro país es uno de los principios básicos del derecho internacional".
"Chile pretende tener una relación de Estado a Estado con Bolivia, independiente de quienes sean sus gobernantes. Una relación de diálogo, madura, y respetuosa", agregó Muñoz.
Esta posición fue reiterada hoy por Edgardo Riveros, subsecretario de relaciones exteriores y canciller subrrogante, y la comparten distintos parlamentarios miembros de las comisiones de relaciones exteriores tanto en la Cámara como en el Senado.
"No hay un impacto directo, porque nosotros nunca hemos intervenido en los asuntos internos de Bolivia, aunque Evo Morales y García Liniera si han intervenido en los asuntos nuestros", opinó el diputado Jorge Tarud (PPD).
"Las relaciones tienen que ser permanentes más allá de los resultados electorales", sostuvo el senador Francisco Chahuán (RN), poniendo el énfasis en retomar el diálogo.
Además, ambos sostienen que aunque cambia el escenario en Bolivia, este no afecta de ninguna manera el curso en que se está llevando el tema bilateral y la agenda marítima.
"El proceso de La Haya va a seguir su curso, por eso Chile no debe descuidarse ni un sólo minuto, sobre todo si tenemos en consideración que ya hemos tenido malas experiencias con los fallos de la corte. El discurso más o menos agresivo verbalmente que pueda tener Morales va a depender de la situación interna y de quien sea el posible candidato de Evo Morales para las elecciones presidenciales", planteó Tarud.
A su juicio, Bolivia seguirá utilizando a Chile de manera instrumental en temas de política interna, pero una situación que podría significar una ventaja para nuestro país es el aparente quiebre en el equipo boliviano, donde la distancia entre Evo Morales y el ex presidente Carlos Mesa se vuelve cada vez más evidente. Así lo ilustran las reacciones que han sucedido al referendo.
"Presidente, lo que ha dicho el voto de los bolivianos es que no hay personas imprescindibles, solo hay causas imprescindibles", tuiteó el expresidente Carlos Mesa una vez conocidos los resultados. Por su parte, Morales lo criticó con duras palabras en la conferencia de prensa donde no admitió que las votaciones no le habían sido favorables.
Por su parte, Chahuán cree que este es el momento para que Chile refuerce algunos elementos de su discurso. "Chile tiene que seguir con la misma estrategia de despliegue político, diplomático y comunicacional. Pero aún hay un tema mucho más importante, que dice relación con el contexto del relato histórico", opinó el senador. Precisamente, este es uno de los puntos que el equipo chileno está analizando de cara a la presentación de la contra memoria, la próxima etapa que se viene en La Haya.
SIN DORMIRSE EN LOS LAURELES
Aunque los parlamentarios coinciden en que el nuevo escenario boliviano no debiese modificar en ningún aspecto las tácticas del equipo chileno, tanto Tarud como Chahuán coinciden en que no es momento de que el equipo de agentes se confíe.
"Yo espero que nuestro equipo sepa actuar en nuestras circunstancias. Nuestro equipo también ha estado bastante confuso en su línea. Enviando al embajador Gaspar a Bolivia diciendo que tenemos temas pendientes, el agente Insulza dedicado a la política interna… Creo que también tenemos que tener mucho cuidado nosotros", sostuvo el diputado Tarud.
Las principales críticas apuntan al rol de José Miguel Insulza, el último de los agentes en sumarse al equipo. Si bien el nombramiento del ex secretario general de la OEA fue recibido con aplausos por todos los sectores políticos por su experiencia diplomática y sus contactos en todo el mundo, su constante intervención en la contingencia nacional ha causado varios llamados de atención.
"José Miguel Insulza tiene una gran responsabilidad como agente y eso implica que tiene que estar veinticuatro siete y con toda su preocupación en defender los intereses del país. En ese sentido, nosotros hemos señalado que el no debiera tener distractores de política interna", recalcó Chahuán.
Los resultados de la encuesta CEP de diciembre lo dejaron posicionado como uno de los candidatos de la Nueva Mayoría con más posibilidades en una eventual candidatura presidencial, junto con Isabel Allende y Ricardo Lagos.
Fuente: Terra.