Punta Arenas. 17 abril 2017. INACAP Punta Arenas ofrecerá a la comunidad la degustación de una saludable Carbonada, en el marco de la celebración del Día de la Cocina Chilena, mañana 18 de abril en la esquina de Bories con Avenida Colón, entre las 11:00 y las 12:30 horas.
La Directora de Carrera Hotelería, Turismo y Gastronomía, Carmen Izquierdo Monasterio, informó que “escogimos la Carbonada porque reúne ingredientes chilenos, arroz y verduras cultivados en nuestro país.
Es un plato casero, de comida saludable, que nos recuerda aquellas recetas antiguas que congregaban a la familia no solo al momento de servir, sino también durante su preparación.
Tendremos 200 porciones para ofrecer a todo el que quiera degustar una preparación tradicional de este plato”. En la actividad participan alumnos de INACAP Punta Arenas, quienes picarán las verduras y carnes, y el docente Enrique Núñez, quien estará a cargo de la preparación. Además, se entregarán “merenguitos” preparados en clases de Pastelería por los alumnos de primer semestre, en cuyas terminaciones participaron las docentes Marilyn Chaparro y Felipe Valdés.
Acerca de la celebración de este día y los antecedentes históricos de este plato, el profesor de Historia y Ciencias Sociales que se desempeña como Asesor Pedagógico de INACAP Punta Arenas, Hernán Leuquén Vargas, explica que “el mosaico cultural de nuestro país otorga una gran variedad de expresiones gastronómicas a nuestra mesa, compuesta por diversos colores, ingredientes y adaptaciones.
Hoy más que nunca cobra fuerza el Día de la Cocina Chilena, como una fiesta de vida en que evocamos la calapurca (guiso proveniente de los pueblos indígenas nortinos), la humita, el charquicán, el estofado de San Juan, el curanto, la cazuela y por supuesto la Carbonada”.
Acerca de esta preparación, Hernán Leuquén comenta que es “propia del sur de Chile y de sello particular, pues ebulle junto al llamado oro negro o carbón de Lota. A pesar de la bonanza y producción generada por la minería de la zona, la familia minera (integrada por un gran número de miembros, de 8 a 15 personas) recurría a la pulpería para canjear las fichas con las que les pagaban el salario por diversas mercancías, tales como un kilo de carne (que cortaban en trocitos o cubos), papas y otras verduras.
La compañía les entregaba además diminutos trozos de carbón, similares a los trozos de carne empleados para esta preparación. De ahí vendría el nombre de Carbonada”.
A través de las migraciones, la preparación alcanzará las frías latitudes de Magallanes. Hernán Leuquén destaca que “debemos trazar un paralelo y no olvidar que nuestra región fue la única del país que surgió desde el campo hacia la urbe, desde sus distintas aristas geográficas.
Por ello, a pesar de ser ajena a Magallanes, la Carbonada se instala en la mesa patagónica desde las similitudes tanto en la forma de vida sacrificada, como en las dinámicas de los movimientos sociales de principios del siglo pasado y formas de preparación”.
