Santiago. 21 septiembre 2019. Hace seis años, Renzo Márquez (33) llegó hasta la comuna de Paine, en la Región Metropolitana, para comprar un auto usado. Era su sueño. La transacción se desarrolló como se acordó y todo parecía en orden. No hubo ningún problema hasta que tuvo que pagar el permiso de circulación respectivo.
“Lo cancelé en Vitacura, pero el documento anterior era falso y no me di cuenta. Pensé que quizás había un año de retraso, pero la sorpresa fue aún peor cuando me dijeron que tenía que pagar $ 400 mil, pese a que el permiso costaba solo $ 40 mil”, relata.
El problema es que como el permiso era falso, durante años no se pagó correctamente. De allí los $ 400 mil cobrados.
Esta es una de las estafas más frecuentes en la compraventa de autos en el país. El comprobante de pago es regulado en la Ley de Rentas Municipales, pero en la práctica las 346 municipalidades del país tienen un papel distinto. Esto implica una compleja fiscalización por parte de Carabineros, demás de una clara merma en las arcas fiscales producto de las estafas, sin contar el mal rato que sufren los estafados.
De acuerdo a cifras oficiales, sólo durante 2013 el Ministerio de Transportes informó que existían cerca de 150 mil permisos falsos, cifra que no ha sido actualizada.
Al no existir criterio unificado en la emisión del documento, con el fin de poder determinar la veracidad o vigencia de dicho comprobante, en el Congreso se planteó la necesidad de incorporar tecnologías para la modernización de los papeles de este tipo mediante firma electrónica avanzada y códigos de verificación.
El diputado Pablo Prieto (UDI) fue quien ingresó el proyecto a la Sala de Partes. “Esta nueva herramienta supone que el documento original estará a disposición de la autoridad, permitiendo fiscalización efectiva y eficaz. Consideremos, también, que se trata de los impuestos más importantes del municipios”, planteó.
Municipios en red
Una fiscalización realizada en agosto de este año en la Ruta 5 Sur arrojó que este problema también está instalado en el sector de los buses interurbanos. En esa oportunidad se detectaron 16 permisos de circulación falsos en estos vehículos.
Si bien existe una instancia de apelación para las víctimas, la diligencia no es rápida. Es lo que relató Juan Carlos Santibañez, quien recibió un papel falso en Cerrillos. “Era una multa que no estaba dispuesto a pagar y fueron seis meses que me tuvieron esperando, mientras seguía manejando con un permiso falso. Al final, vendí el auto”, describió.
Los municipios coinciden en la necesidad de cambiar a un formato único. En la asociación de alcaldes, las pérdidas de cada comuna se cifraron en cerca de $ 15 millones al año por concepto de permisos falsificados.
El director de Tránsito de Talca, Alex Valdebenito, indicó que en esa comuna “las denuncias aumentan anualmente en 25%. Además, el cambio permitiría descongestionar los meses de pago, cuando el flujo de contribuyentes pone en conflicto detectar muchos formatos”.
El jefe de Tránsito de Viña del Mar, Alamiro Arias, puntualizó que Carabineros “no puede advertir la diversidad de características de todos los documentos. La idea es que se abra un computador y allí esté toda la información necesaria”.
Valeria Maldonado, directora de Tránsito de Puerto Montt, planteó la necesidad que todas las casas consistoriales estén en línea en esta materia. “Tenemos que hacer la consulta al municipio donde se falsificó el documento.
Entonces, nos parece bien el proyecto de ley en que se aborda la posibilidad que el formato sea único. Debería incluir también un sistema único para verificar los datos, para que las consultas no se hagan por correo”, recomendó.