Punta Arenas. 5 junio 2017. Tras los resultados de las últimas encuestas las apuestas corren en torno a la fecha que Carolina Goic abandonará la carrera presidencial, esa que la propia candidata DC debe haber dudado de correr, sin embargo, contra todo pronóstico, aceptó e hizo caso a la Empresa Consultora de la Élite Intelectual de Revolución Limitada, de capitales un poco Socios, un tanto Mapu, quizás IC, que bajado Ricardo Lagos con la Goic se muestran filodecé.
Porque, nadie duda, que dicha empresa fue la que convenció al ex presidente a lanzarse a una precandidatura presidencial sin mayor destino y que le dejó como consecuencia tener que usar cojín por el duro porrazo.
Si bien lo de Lagos hasta podría hasta aceptarse, el tipo tiene sus años y cuando se está cerca de los 80 uno se debe volver ingenuo, lo de Carolina es casi inexplicable, está en la plenitud de su madurez y sabía que de llegar en la papeleta de las elecciones de noviembre es altamente probable que hasta Roxana Miranda la supere y si bien la Goic no se cansa de repetir que es magallánica, ni en la Patagonia triunfaría.
Si en algo tiene razón Carolina es cuando señala que su candidatura no es testimonial, ya que de persistir en ella sería de vestigio, porque el partido de la flecha roja se extraviaría en un reducido montoncito de votos tras el recuento de la elección presidencial.
Como el discurso de que su campaña empezó más tarde y por eso los guarismos le son esquivos ya no se puede sustentar, cada día que pasa noviembre está más cerca y su performance no mejora, la senadora sabe que para no sufrir una derrota estrepitosa que para su partido sería un descalabro y dañaría su perfil de candidata vencedora, debe estar evaluando abandonar la contienda presidencial.
Por qué no toma luego tal decisión es la interrogante y la debe tener sin poder dormir, ya no estaría amaneciendo con ese juvenil, fresco y lozano rostro que nos tenía encantados y ponerse la pomada de hipoglós para evitar las ojeras no está dando resultado.
Pero no es asumir el costo político de asumir un fracaso y defraudar a los suyos que a esta alturas en la DC deben contarse con los dedos de la mano, lo que más le preocupa, entiende que en política saber retirarse a tiempo es sinónimo de crecimiento, además que a los suyos les evitaría un trago amargo en noviembre.
Lo que de verdad la martirizaría es defraudar las evangélicas enseñanzas que recibió de su tío prelado quien le inculcó que es pecado jurar en vano, porque Carolina afirmó hace poco “ésta es una candidatura que sí o sí llega a primera vuelta, lo juro por mi madre, por mi hija, por mi región”.
Claro está que su tío cura, viendo que Carolina muestra sincero arrepentimiento -¿por la candidatura o jurar en vano?- con la penitencia de dos Padre Nuestro y un Ave María la absolverá de su pecado, así todo quedará en familia al fin y al cabo ella juró por su madre e hija, más no por el dios de los democristianos, que por estos días debe ser el mismo que el de los paganos.
Fuente: Pepito El Breve