Punta Arenas. 29 junio 2017.- Para conocer en terreno los avances de los Proyectos “Recuperación de la Producción y Sanidad de la papa en Magallanes” y “Recuperación y Explotación del Calafate”, las Comisiones Medio Ambiente y Presupuesto del CORE se trasladaron este martes hasta INIA Kampenaike.
Se trata de dos iniciativas aprobadas por el Consejo Regional financiadas con recursos del Fondo de Desarrollo de Magallanes, FONDEMA, que representan una inversión total que supera los 1.000 millones de pesos. Los miembros del CORE han estado atentos al desarrollo de estos importantes proyectos que implican por un lado la recuperación del cultivo de papas y por otro la domesticación del calafate, considerado un superfruto típico de la zona, el cual gracias a sus propiedades antioxidantes y múltiples usos cuenta con una alta demanda nacional e internacional, no obstante hasta ahora solo es posible encontrarlo en estado silvestre en algunos sectores.
Según informó el presidente de Medio Ambiente, Tolentino Soto, “existe desconocimiento en cuanto al quehacer de los Gobiernos Regionales y es positivo informar a la comunidad que se invirtieron más 1.000 millones de pesos en estos proyectos con la visión de mejorar la calidad y producción de papas y calafates”.
“El trabajo técnico científico que INIA está realizando sin duda es un gran apoyo para los productores y agricultores de la región ya que los resultados les son traspasados. Si continuamos avanzando de esta manera seremos capaces de abastecernos localmente y exportar a otras zonas”, detalló.
Asimismo el presidente de Presupuesto, Nicolás Gálvez, destacó “se trata de proyectos en plena ejecución, temas estratégicos que tienen que ver con la alimentación y con mantener las costumbres propias de nuestra región. El trabajo que se está realizando habla bien de la labor técnico científica de INIA y de la apuesta que hace el CORE al respaldar estos estudios”.
Por su parte el consejero, Dalivor Eterovic, se refirió al impacto del proyecto Recuperación del calafate “clasificar las distintas variedades que hay en la región significa optimizar la producción y reproducir plantas sanas”, por otro lado en cuanto a la producción y sanidad de la papa comentó que “hoy estamos en una etapa superior, INIA cuenta con una importante cantidad de semillas certificadas de producción propia que son un verdadero tesoro ya han sido aclimatadas y adecuadas a la región, esto ha significado pasar de 7 toneladas por hectárea a una producción de 40 toneladas por hectárea”, explicó.