Puerto Natales. 30 mayo 2017. El Consejo Regional, CORE, aprobó por unanimidad la concesión de un terreno de uso gratuito para la Cooperativa Campo de Hielo de Puerto Natales. El predio de 1,9 hectáreas está ubicado en el corazón del sector de Huertos Familiares y beneficia a 24 familias de pequeños agricultores usuarios de INDAP.
"Tener el terreno era un sueño que hoy es realidad. Un paso gigante para la Cooperativa, ahora nos proyectamos a futuro, construyendo con el apoyo de INDAP, una infraestructura de calidad que use energía renovable, para poder realizar una post cosecha de calidad. Desde que comenzamos nuestro objetivo siempre ha sido el desarrollo de la agricultura de la provincia", dijo Jaime Antecao, gerente de la Cooperativa Campo de Hielo, tras finalizar la sesión del Core realizada en Puerto Natales.
La concesión del terreno de 1,9 hectáreas -ubicada en el lote B2 del sector de Huertos Familiares- tiene una licencia de cinco años renovables. Ahora el desafío es dotar el terreno con la infraestructura productiva que la cooperativa necesita. "Todo hasta ahora lo arrienda o lo consigue. La Cooperativa Campo de Hielo necesitaba un predio con urgencia y ya lo tienen, nuestra tarea ahora es seguir apoyándolos con recursos y conocimientos técnicos para que aprovechen de la mejor manera el nuevo espacio", explicó Mario Armijo, Jefe de Área de Indap en Puerto Natales.
Entre la infraestructura necesaria destaca la construcción de salas de acopio y procesado, viveros, comedores para los trabajadores, zonas de ensayo, bodegas para maquinarias, insumos y todo lo necesario para realizar un proceso de post cosecha de calidad.
Por su parte, Víctor Vargas, director de INDAP, destacó el apoyo y el compromiso del Consejo Regional que entiende las necesidades de la agricultura familiar campesina. "Hay un compromiso político con la agricultura y también una racionalidad por cuidar los recursos de la mejor manera. Invertir en agricultura es pensar en toda la comunidad que hoy demanda productos sanos e inocuos", indicó.
Asimismo valoró el trabajo coordinado con distintas instituciones del Estado. "Agradezco el apoyo permanente del seremi de Bienes Nacionales, Víctor Igor y de los Consejeros Regionales que por sobre cualquier color político se ponen la camiseta de la agricultura y de la ciudadanía", precisó Vargas.
Historia Cooperativa
24 familias de Puerto Natales, pequeña localidad ubicada a los pies de las imponentes Torres del Paine, dan vida a la única cooperativa agrícola que existe en la región austral y la más austral del país. La historia comenzó el año 2009, como idea, llena de dudas, temores, tantos que recién el año 2013 logró formalizarse. Y el año pasado dio los primeros frutos y ganancias: casi 70 millones de pesos en ventas de hortalizas y verduras.
Un logro colectivo que reconoce la presidenta de la organización, Adelaida Vargas Paillán, 46 años. "Una de las principales ventajas de participar en la organización es que los productores se dedican a producir y la Cooperativa se encarga de las ventas. Nos dimos cuenta que teníamos excelentes productores, pero que eran muy malos vendedores, ahora con la Cooperativa se les saca un peso de encima. Si bien, el precio del producto baja, la venta total de la producción está asegurada", explica.
La dirigenta es natalina y toda su vida ha estado en el sector de huertos familiares, dedicada a la agricultura. "Tenemos la experiencia de nuestros abuelos que fueron beneficiados con la ley de reforma agraria para adquirir sus predios, en ese tiempo la producción bajo plástico casi no existía y todo lo que se producía era al aire libre. Estamos tratando de entusiasmar a nuestros socios para que retomen esa senda con algunas productos apetecidos por el mercado, como la zanahoria, la papa e incluso la avena", precisa.
En medio de la ciudad de las aguas azules, en el frondoso desparramo de islotes que dan vida al archipiélago de Calbuco, los agricultores natalinos descubrieron que tenían un potencial para abordar un mercado en conjunto.
"Nadie se atrevía, habíamos participado en varias organizaciones y en todas habíamos fracasado. El trabajo colectivo no estaba en el ánimo de nadie… Pero nos entusiasmamos. Fue en Calbuco, tras un viaje organizado por INDAP. Ahí conocimos dos experiencias exitosas de cooperativas", recuerda Adelaida Vargas.
Más tarde, vino un convenio con Walmart que puso a prueba a la cooperativa. Hoy más convencidos que nunca saben que el trabajo colectivo es la mejor siembra para cosechar un buen futuro y que su ejemplo puede ser replicado en otros lugares de Magallanes.
"Siempre antes de comenzar la temporada se analiza que productos se pueden mejorar o desarrollar, para esta temporada queremos afianzar zanahoria de colores amarillo, blanco, purpura, también la betarraga amarilla y cebollas de colores orientados más al mercado gastronómico", asegura.
Por otro lado, buscan retomar producciones que han perdido fuerza en la zona, cuando sembrar avena y papas era tan natural como respirar.
De momento, funcionan como reloj. Entre los socios, asumen turnos de facturación, limpieza, transporte, y planificación de las cosechas y sus períodos. Llegar a ese nivel tuvo un costo que supieron enfrentar.