Lo Lagos. 17 marzo 2016. El aumento en la temperatura del agua así como la falta de viento y lluvias asociados al evento climático de El Niño, en medio de un mes de febrero que según la Nasa registró un récord en la temperatura media global, generaron el florecimiento masivo de algas nocivas afectando severamente a las salmoneras de la región de Los Lagos.
El fenómeno conocido como Florecimiento de Algas Nocivas (FAN) o bloom de algas ha dejado, desde el 22 de febrero cuando se inició la emergencia, unas 39 mil toneladas de peces muertos por asfixia, superando ampliamente la capacidad de las empresas para retirar la biomasa. De hecho fuentes de la industria estiman que aún permanecen en el agua unas 6.000 toneladas de peces en descomposición lo que ha generado severos problemas ambientales.
El viernes la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) ofició a 14 empresas salmoneras para que entreguen informes respecto de sus planes de contingencia, con el objeto de tener monitoreado el retiro de la biomasa muerta, la cual está siendo principalmente dispuesta en plantas reductoras de la Región del Biobío y Región de Los Lagos.
“Estamos monitoreando el cumplimiento ambiental de las empresas salmoneras. Claramente existe una situación de emergencia, por lo cual se ha dispuesto de medidas especiales para el retiro de mortandades, lo cual será fiscalizado para resguardar el medio ambiente y la importante biodiversidad de las costas de la Región de Los Lagos”, dijo el Superintendente de Medio Ambiente, Cristián Franz.
En tanto el lunes el Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca) otorgó un plazo de cinco días para que las salmoneras afectadas realicen la disposición final de aquellas mortalidades de hace diez días o más y otorgó un máximo de 24 horas, ultimátum que fue reiterado ayer, para que informen sus planes de acción.
"La mortandad de diez días o más no es apta para ser procesada como harina de pescado, por lo que deberá ser dispuesta en vertederos en tierra –siempre que lo apruebe la Autoridad Sanitaria y una vez que las empresas garanticen el tratamiento adecuado- o bien ser dispuestas en el mar, en una zona segura establecida por la Autoridad Marítima, en un punto a 75 millas náuticas al oeste de la costa de la región de Los Lagos", explicó Alicia Gallardo, subdirectora de Acuicultura de Sernapesca.
La pestilencia ha obligado a usar mascarillas para soportar el hedor que emana de las miles de toneladas de salmones en descomposición muchos de los cuales ya sobrepasaron el tiempo indicado para convertirse en harina de pescado, por lo que ahora deben ser arrojados en alta mar.
La situación se complica debido a que las embarcaciones que contienen a los ejemplares en descomposición son pequeñas y medianas, por lo que no tienen la capacidad ni la autorización para navegar por sobre las 75 millas náuticas desde la costa, límite fijado para arrojar los peces en el océano.
Es por ello que fuentes del sector comentan que el gobierno y algunas empresas que poseen naves acondicionadas, de mayor tamaño, han realizado gestiones para que las firmas del sector puedan evacuar las embarcaciones más pequeñas y arrojar el cargamento en alta mar.
El domingo pasado la situación fue crítica para los tripulantes de las naves, varios marineros presentaron síntomas de dolor de cabeza y vómitos, lo que fue atribuido a emanaciones de ácido sulfhídrico, que hizo que muchos tripulantes hicieran abandono de las naves.
En tanto la seremi de Salud de la Región de Los Lagos, Eugenia Schnacke, dijo que el lunes los índices de ácido sulfhídrico sobrepasaron la norma. Por eso se debió tomar la decisión de retirar a los trabajadores que estaban a bordo de las naves. “Se determinó, en conjunto con la autoridad marítima, desembarcar a todos los trabajadores que estaban en las embarcaciones de menor tonelaje, ya que no contaban con implementos de seguridad”, señaló.
Fuente: La Tercera.