Santiago. 16 febrero 2016. El corazón es el "motor" de nuestro organismo y si no lo cuidamos, nada irá bien en nuestro cuerpo. Lo bueno es que no es necesario realizar grandes cambios para mejorar la salud cardiovascular y evitar que el corazón "se enferme".
"Muchas de las enfermedades cardiovasculares como la hipertensión arterial, los infartos, la hipercolesterolemia, entre otras, son producto de comportamientos poco saludables, y que con un poco de voluntad y responsabilidad podemos perfectamente cambiarlos y lograr prevenir o retrasar su aparición", asegura Paulina Hernández, nutricionista y jefa del programa "Vivir Bien" de Sodexo B&I.
En este sentido, la experta entrega los siguientes consejos que te ayudarán a mejorar tu salud cardiovascular. ¡Léelos y aplícalos en tu vida!
1.- Elige bien lo que comes Prefiere los alimentos naturales, sin sal ni azúcares añadidos, y aléjate de los demasiado procesados.
Además, respeta las porciones y evita comer en exceso. Un buen truco es servirte la comida en un plato de pan: comerás lo suficiente, sin quedar con la sensación de que fue poco.
2.- Incorpora la fibra a tu dieta El cuerpo no puede digerir la fibra, por lo que su función es dar sensación de saciedad y así ayudarnos a controlar nuestro peso. Además, es una útil herramienta en contra del estreñimiento.
Eso sí, si no estás acostumbrado a ella, es importante que la incorpores de a poco para que no sientas malestar. La puedes encontrar en frutas, verduras y granos.
3.- Consume alimentos ricos en antioxidantes Los antioxidantes ayudan a prevenir o retrasar el daño celular.
Si bien se pueden incorporar al organismo como suplementos, lo ideal es hacerlo de forma natural a través de frutas y verduras. Los frutos rojos y cítricos son muy ricos en ellos.
4.- Prefiere alimentos ricos en fitoquímicos Los fitoquímicos son componentes químicos naturales, que están en los alimentos derivados de las plantas y cuya función es actuar como sistema de defensa de éstas.
En el organismo humano, en tanto, pueden proteger contra el desarrollo de enfermedades, entre ellas las cardiovasculares. El licopeno, que se encuentra en los tomates, y los flavonoides de las uvas son ejemplos de ellos.
5.- Come grasas, pero de buena calidad Es sabido que no todas las grasas son iguales. Las "malas" son las saturadas, hidrogenadas y trans, que se encuentran en carnes, manteca, margarinas, frituras y lácteos enteros, entre otros ejemplos.
Las "buenas", en tanto, son las conocidas como mono y poliinsaturadas, que son saludables para el corazón y se encuentran en nueces, pescados azules (salmón, atún), aceites vegetales crudos, paltas y semillas (chía, linaza), entre otros alimentos.
6.- Toma agua El agua es el pilar de las funciones fisiológicas del organismo y es por esto que es fundamental mantener el cuerpo hidratado. La recomendación general es consumir de entre 6 y 8 vasos de agua al día, aunque esto puede variar según las condiciones ambientales, fisiológicas, de las distintas etapas de la vida y del ejercicio físico.
7.- Realiza ejercicio de forma regular Según Robert Sallis, creador de "Exercise is Medicine", una iniciativa que busca luchar contra el sedentarismo, "el ejercicio es un potente remedio para mejorar la salud, para disminuir las enfermedades crónicas y reducir la mortalidad prematura".
En este sentido, lo ideal es prácticar 30 minutos o 1 hora diaria de actividad física, al menos 3 veces por semana. Si no estás acostumbrado, una buena opción para comenzar son las caminatas.
8.- Mantén un peso adecuado Es simple: si tienes sobrepeso, tu corazón tiene que esforzarse más para hacer que tu organismo funcione, es decir, lo sobreexiges. Si no quieres pesarte, es fácil saber si tienes exceso de peso: mídete la cintura.
Una circunferencia abdominal mayor a 88 cm en mujeres y 100 cm en hombres, es indicador de riesgo de enfermedad cardiovascular. Además, no olvides controlarte anualmente para pesquisar cualquier problema a tiempo.
9.- No fumes Un estudio publicado en 2013 en el Journal of the American Medical Association, determinó que dejar de fumar reduce seriamente el riesgo de sufrir un episodio cardíaco o un accidente cardiovascular cerebral. Así que, si lo haces, es mejor que pienses en dejarlo. También es importante que evites los ambientes con humo de tabaco.
Fuente: Emol.com