Santiago. 27 febrero 2021. Elogiado ha sido el proceso de vacunación llevado adelante por Chile fuera del país, tanto por medio de comunicación como entre expertos.
Incluso, el país ha cobrado un cierto liderazgo a nivel de Latinoamericano sobre el tema y esta semana, en reunión con líderes del Foro para el Progreso de América del Sur (Prosur), el Presidente Sebastián Piñera declaró que es fundamental una coordinación entre los estados que lo componen para avanzar en conjunto sobre la materia.
Es más, en la misma instancia, el ministro de Salud, Enrique Paris, aseguró que de ser necesario, el país colaborará con dosis para ellos.
Un factor para esto han sido las exitosas gestiones hechas por el Gobierno con las empresas que produjeron las vacunas, asegurando contratos que han permitido, por ejemplo, que en esta semana llegaran cerca de cuatro millones de vacunas a territorio nacional.
Este alabado plan de inoculación, sin embargo, estuvo manchado por una polémica cuyos efectos también estaban fuera de las fronteras: las distintas versiones que el Ejecutivo brindó sobre si los extranjeros irregulares podían o no recibir el fármaco.
Fue el propio canciller, Andrés Allamand, quien salió a leer una circular redactada por el Minsal quién sembró la duda y luego distintas autoridades de La Moneda tuvieron que salir a explicar que sí serán inoculados.
Lo anterior ocurrió en medio de la crisis migratoria de Colchane y de que se concretara la salida de cientos de venezolanos y colombianos, quienes fueron expulsados vistiendo overoles blancos y acompañados de funcionarios de la PDI.
La secuencia fue duramente criticada en el extranjero. “Qué diferencia con la actitud del Gobierno de Chile, que acaba de expulsar a muchos venezolanos, olvidando la generosidad con que la Venezuela democrática recibió a los chilenos que huían de la dictadura de Pinochet, como ha recordado Julio Borges”, dijo el escritor Mario Vargas Llosa comparando cómo ha sido la acogida en Colombia de quienes dejan atrás el régimen de Nicolás Maduro.
Ambos hechos han vuelto a poner a Chile en el debate internacional a poco más de un año de la crisis social que estalló el 18 de octubre de 2019. Algo que según el ministro de Relaciones Exteriores ya quedó atrás y “Chile ya ha recuperado su normalidad”, como dijo ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
En ese contexto, y considerando el proceso constituyente que surgió tras el 18-O, cabe preguntarse ¿Cuál es la imagen que proyecta ahora Chile al mundo? Cómo se ve la vacunación “La imagen de Chile afuera es como un milagro el tema de las vacunas.
Uno por asegurar la cantidad de vacunas y lograr inocular a la gente con un ritmo que es mejor al de los países desarrollados del mundo.
Eso es todo lo que sale en las noticias, el resto, son pies de página”, reflexionó en conversación con EmolTV el antropólogo social e investigador del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES), Pablo Ortúzar.
En el mismo medio el académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Joseph Ramos, coincidió con la apreciación respecto al proceso de inmunización.
“La vacunación ha sido un éxito, que refleja la importancia del sistema de Salud chileno que criticamos tanto a veces, es un sistema que ha estado en marcha durante décadas y ha permitido esta rápida vacunación y de forma bastante bien hecha.
Creo que las metas que parecían muy ambiciosas, cinco millones de vacunados para el 31 de marzo, pueden lograrse”.
Nueva Constitución Al mismo tiempo Ramos reconoció que el estallido social generó un cambio sobre la percepción que se tenía del país.
“Mi impresión es que el estallido social provocó un cambio significativo en la mirada hacia Chile, éramos visto como la niña bonita, con éxito y creo que fue un gran éxito (el período previo).
Pero sorprendió y como nos sorprendió a nosotros, la rabia y la insatisfacción de gran parte o mucha de la población, entonces eso empañó la mirada sobre Chile.
Probablemente era exagerado cómo se veía antes y esto va a dar lugar a una visión algo más equilibrada”, puntualizó.
A juicio del analista internacional y director de Analytyca Consultores, Guillermo Holzmann, “el proceso constituyente es considerado en el extranjero como un ejemplo de funcionamiento de la institucionalidad democrática, que los partidos igualmente funcionan más allá de que estén en la oposición y que el Gobierno tiene capacidad de movimiento, de jugar con eso para poder seguir adelante sin que se genere una crisis y eso desde afuera se valora”.
“Eso claramente contrasta con el discurso que el canciller Allamand va a hacer en los organismos internacionales respecto de que aquí hay una normalidad.
Eso no es coherente con lo que se vive acá en Chile y es ahí donde hay una brecha en torno a cómo se plantea una perspectiva más condescendiente con la forma en que nos ven de afuera, respecto a lo que pasa internamente.
Eso también ha influido también en cómo se aborda el tema de La Araucanía en términos de que no sea un tema en la prensa internacional, que no salga, se mantenga acá.
La variable internacional ha sido un factor relevante respecto de cómo se manejan problemas internos”, puntualizó a Emol.
Según Holzmann “las potencias esperan de Chile un mayor liderazgo en el Conosur para poder ordenar algunas cosas pensando en la recuperación post pandemia y pensando en lo que puede o no resultar y la atención máxima está en que la Convención Constituyente empiece a funcionar.
No hay tanto interés en el proceso interno nuestro, porque ya se sabe que hay partidos sólidos -y por eso se entiende que la Concertación se replantee sin el PC y por qué Chile Vamos tiene incentivos para poder un elemento de cohesión y de unidad-“.
Factor Venezuela El académico aseguró que estas latitudes se ven como un país estable, pero reconoció que “muchas veces va a parecer que el Gobierno de Sebastián Piñera hace muchas cosas más para el extranjero, y sin pensar en el aspecto negativo al interior del país”.
“Un ejemplo de ello es Cúcuta, que finalmente Piñera termina prácticamente solo ahí y hay un tema de cómo se hace el manejo de la proyección de la política exterior chilena, que por lo demás ese tema de Cúcuta va a avalar para que luego se monte el negocio, más allá de lo que suceda para que los venezolanos entre en a Chile, es el punto de inicio”, sostuvo.
Holzmann destacó que “hoy día hay expectación a varios temas en América Latina, pero lo que resuelva Chile va a ser relevante.
Hoy día está en problemas Brasil, Argentina, Ecuador, Perú, Colombia, sin lugar a dudas Venezuela”.
Sobre este último analizó que desde afuera un rol de “liderazgo” del Chile para promover una decisión conjunta sobre cómo actuar frente a la crisis que se vive en el país gobernado por Maduro, y por el contrario en La Moneda se ha optado “por una decisión propia” también “dado lo que otros países han dejado de hacer”.
“Y Chile finalmente toma una medida administrativa que termina avalada por la Corte Suprema, cosa que se valora desde el punto de vista externo en término de la expulsión de los ciudadanos.
Más allá de lo que eso signifique desde el punto de vista humanitario o no. Finalmente es la soberanía que está ejerciendo Chile y eso se respeta”, sostuvo.
Fuente: Emol.com
